La mayoría de los atentados medioambientales y urbanísticos que se cometen a espaldas de la opinión ciudadana se perpetran en verano, con ‘agosticidad‘.
Los equipos de gobierno, las administraciones e, incluso, empresas privadas poderosas burlan la participación ciudadana y tramitan la legalidad.
Cuando descubrimos que los restos de la Vega del Registrador –importante bodega, explotación agrícola y ganadera de siglos pasados- de la que se presume en libros editados por nuestro ayuntamiento, habían sido arrasados con bulldozer, pensamos en un error debido a tareas precipitadas en la limpieza de las zonas arrasadas por el voraz incendio sufrido. Pero, resultó que el atentado cultural había sido ejecutado unos días antes.
Este sábado, nos reunimos, ponemos la información disponible en común y tomamos decisiones. Exigiremos responsabilidades a la persona o personas que tengan las competencias y sean, por tanto, causantes de este disparate.
¡Participa! Es tu derecho y tu deber ciudadano.
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