Artículo de Amelia Bayón para el periódico mensual Norte Noticias, que no fue publicado

La gran mayoría de los vecinos de Tres Cantos llegamos a este nueva ciudad buscando un entorno natural más relajante y saludable que las grandes ciudades.

Enclavado en una zona seca, con una vegetación típica de la meseta donde abundan los bosques de encinas, de pinos, los arbustos resistentes a las inclemencias del clima continental que nos somete a altas temperaturas en verano y a bajas en invierno, Tres Cantos no está atravesado por ningún río, sino por algún que otro arroyo que esconde su exiguo caudal en tiempo estival, no obstante estar en un enclave importante para la conservación de los equilibrios naturales de la zona, la Cuenca del Río Manzanares, la cercana Sierra de Guadarrama. Lugar de paso y de reposo de aves migratorias, nuestro PARQUE DEL ESTE es una zona muy estimada y transitada por nosotros, nuestros hijos, mayores, nuestras mascotas. Un espacio delicioso de paseo que queremos se cuide y proteja como espacio natural digno de la más alta protección, es decir que no queremos que se convierta en nada que introduzca elementos artificiales, es decir, lo queremos como es  y no convertido en un escenario para el disfrute de unos pocos.

Pues bien, el equipo municipal de gobierno del Partido Popular y los dos representantes del partido Ciudadanos que los apoyan tan en todo que parece que nunca se fueron del Partido Popular, están intentando POR TERCERA VEZ, colarnos un buen gol. Quieren hacer un campo de golf en el Parque del Este para que usted y yo nos quedemos sin parque.

Mírese por donde se mire el golf es un deporte caro y elitista, más extendido por razones obvias en países norteños con climas húmedos en los que del mantenimiento se ocupa la naturaleza y no hay que envenenar con herbicidas el entorno, ni cambiar la vegetación autóctona para acceder a un deporte.

El golf es el deporte del HOLA, de la jet set, de los “o sea” cuyos derechos están a salvo cuando compran su terreno y con las licencias correspondientes hacen sus proyectos para lo que quieran, sin perjudicar a nadie. Si, como dicen, la iniciativa privada es más eficiente, ya saben señores por donde tienen que ir. La amenaza viene cuando quieren colocarlo en nuestro pueblo y que se lo regalemos, que se LO PAGUEMOS NOSOTROS y hay un equipo de gobierno municipal que está por la labor, aunque ya se lo han tirado, se lo han RECHAZADO dos veces anteriores por ser inaceptable su impacto ambiental. Diremos que el impacto social también es inaceptable porque no hay tanta gente que quiera golf y para esos ya hay un exceso de campos en la Comunidad de Madrid, nada menos que 31, que ya es decir, para ser la meseta castellana.

Las últimas sentencias sobre campos de golf, declarando ilegales los de el Canal de Isabel II y el de Alcalá de Henares,  podría sugerir a nuestro ayuntamiento que mejor no se metan en eso, porque ha salido a relucir que el deporte ha sido la excusa de un modelo de negocio cuyo objetivo principal sería recalificar terrenos, especular, construir y convertir un espacio natural en más ladrillo, ese que nos ha costado tanto a todos los españoles y que seguimos pagando porque nos han robado a manos llenas. Tenemos motivos para que un proyecto así en Tres Cantos nos produzca alergia.

Hay que tomar en cuenta que si se ponen a tener prisa nos lo van a colocar si no hay una oposición ciudadano a gran escala, pero es que después, cuando venga una probable sentencia para desmontarlo cuesta otro montón de dinero que también SALE DE NUESTRO BOLSILLO, además de hacer un daño enorme al territorio, la flora y la fauna del entorno.

Nuestro territorio es muy limitado y hay servicios públicos que están siendo demandados como pueden ser residencias públicas de mayores que no se pueden dejar de atender para dilapidar territorio y recursos a manos llenas y de forma inmediata como si nos fuera la vida en un campo de golf, por mucho que se le ponga la etiqueta de “escuela pública municipal”, a ver si cuela.

La demanda de los jugadores de golf es tan atendible como la de la asociación de amigos de los templarios. Tampoco veo razonable hacerles un castillo y comprarles las  armaduras y los caballos con cargo al presupuesto municipal. Si se lo compran ellos, santo y bueno.

Este no es un problema de libertad, que cada quien hagan lo que quiera dentro de las leyes, es un problema de COMO SE GASTAN MIS IMPUESTOS y somos muchos, la gran mayoría, los que ponemos por delante que haya centros públicos para que los mayores estén bien atendidos en su comunidad local y cerca de sus familias, la atención a los menores a precios públicos razonables, la educación pública de calidad, viviendas de verdad para jóvenes y sin estafas, generar oportunidades para los que no encuentran empleo, sanidad puesta al día, justicia con medios adecuados para solucionar los problemas de la gente y la corrupción, transporte adecuado, un ascensor y una sala de espera resguardada en la estación de cercanías, atender a los deportes que si son masivamente demandados, etc. En fin que no nos llega para derrochar en campos de golf, es lo que tienen las crisis que encima de empobrecernos, los que han hecho su agosto quieren que les regalemos el territorio.

Y, querido vecino, no se crea lo que le cuentan de que el campo de golf revaloriza su vivienda. Cuando se enteran la cantidad de veneno que le ponen a la hierba para mantener el verde y otras cosilla así, de deterioro medioambiental, se puede llevar la sorpresa de que el posible comprador de su piso prefiera EL PARQUE DEL ESTE.

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